Los años comprendidos entre 1851 y 1900,
contribuyeron una época de enormes cambios para el mundo de la pesca con mosca.
En esos cincuenta años, las convenciones prevalecientes durante centurias
fueron rápidamente barridas. Se descubrió el "lanzamiento falso"
(false cast), la técnicas de la mosca seca apareció, se perfeccionaron las
cañas de segmentos longitudinales (split cane) y aparecieron los carretes que
podemos considerar como "modernos".
En 1851, había quienes
pescaban con mosca y con carnada usando la misma caña. Hacia 1900, ya había
cañas especializadas para la pesca con mosca y no había nadie que soñara en usar
una caña de mosca para cualquier otra cosa que no fuera esta técnica.
En la década de 1850,
la mayoría de las cañas para trucha seguían siendo para dos manos y medían doce
o trece pies, pero las cañas para salmón seguían siendo tan largas como siempre
habían sido.
Las cañas para el
salmón spey eran tan largas como dieciocho pies y las cañas Shannon se
alargaron una vez más, pero la desventaja de las cañas largas era si peso
excesivo, pese a que permiten al pescador cubrir más agua. Algunos pescadores
poseían el equipo la experiencia técnica para lanzar la línea, así que
distancias de veinticinco yardas eran considerados buenos lanzamientos. Un
experto podía manejar treinta o incluso treinta y cinco yardas utilizando una
caña de dieciocho pies.
El viento de cambio empezó a soplar en 1857,
cuando Stewart, un joven escocés, propugnó por la pesca río arriba con la mosca
ahogada con una caña "ligera y rígida" de aproximadamente diez pies
de largo.
Esto, el descubrimiento
del falso lanzamiento a principios de la década y el principio de la pesca con
mosca seca, empezaron a crear la tendencia de acortar las cañas para trucha,
que terminó en la generación Halford de cañas de secciones longitudinales
(largueros) de bambú (split canes). Las cañas de ambos lados del Atlántico
seguían fabricándose con madera de anona, bambú y barbas de ballena. El peso de
las cañas pertenecientes a Francis Francis (editor de "The
Field"), dan una idea de porqué las cañas de bambú se hicieron
tan populares, pero fue la pesca río arriba con la mosca seca los que causó la
final defecciín hacia las cañas para trucha de una sola mano.
Pero no solo cambió la
longitud de las cañas de la última mitad del siglo XIX; los materiales también
cambiaron. En la década de 1850, tanto las cañas para trucha como para salmón
fueron construidas con madera de anona, bambú y barbas de ballena.
Para finales del
siglo, la mayoría de las cañas de mejor calidad fueron construidas de segmentos longitudinales (split cane), y casi cada
caña para salmón fue construida con "greenheart".
La longitud de las
cañas para salmón siguió en el rango de quince a dieciocho pies, pero no fueron
empalmados segmentos muy largos y la ferrula finalmente triunfó como método
para ajustar las secciones.
Las mejoras en el diseño de los carretes se aceleró
por la entrada al mercado de una nueva generación de vendedores de equipo.
Firmas como Eaton y
Farlow se concentraron en la diseño de carretes y fueron pivote en las mejoras
que tuvieron lugar en los siguientes cincuenta años. Para entonces, los frenos
ya eran menaje estándar en los carretes y los ejes anchos eran comunes en los
carretes de calidad, a pesar de que los ejes de díametro pequeño permanecieron
como característica común hasta el final de los años de 1890.
Un cambio mayor que se
dió en los carretes, fue que se aligeraron como consecuencia del empleo de
nuevos materiales, particulamente el aluminio. Con el aluimnio, vino una corta
moda para usar todo tipo de materiales exóticos.
Entre 1851 (cuando
Goodyear sacó su primera patente para el proceso del caucho) y 1925, el caucho
se hizo popular en la construcción de carretes para mosca. El caucho rígido se
empleó en carretes de ese período bajo diferentes marcas, pero Ebonite,
Xylonite, y Vulcanite fueron las más comunes.
Los desarrollos
logrados en Gran Bretaña, fueron copiados en America, lugar en donde, hacia 1845,
los carretes nativos casi desplazaron a los productos importados. A mediados
del siglo XIX, los pescadores americanos ya no dependían de europa, salvo por
la tripa de gusano de seda.
El primer carrete para
mosca de perfil angosto, hecho por Charles Orvis, apareció en 1874. Para
entonces, ya se vislumbraba el dominio del desarrollo de carretes para mosca
por la tecnología mecánica de los americanos. En la segunda mitad del siglo
XIX, los carretes americanos igualaron y, en algunos casos, superaron a sus contraparte
británicos.
Entonces vino una
catarsis. En la década de 1890 George Kelson deteminó exactamente las mejoras que
podían realizarse. La compañía que seleccionó para continuar el diseño de su
carrete fue Farlow and Co., Ltd., of 191 The Strand.
El carrete de Hardy
fue introducido en 1891 e incluía muchas de las mejoras que habían solicitado
los pescadores: era delgado y profundo entre las placas, con un freno ajustable
(dentro de un rango limitado). Tenía una montura tipo "pie" y tenía
un "guarda-línea de anillo revolvente" el cual facilitaba mucho el
lanzamiento de la línea.
A diferencia del
Patent Lever, éste carrete trabajaba con baleros y podía separarse para su
fácil limpieza. La sencilla forma de desarmar el carrete Perfect, fue la clave
de su éxito. Antes de este carrete, las placas laterales de los carretes
estaban sujetas con barras intermedias atornilladas, lo que el tratar de
desarmarlo constituía una verdadera pesadilla.
La única
característica que no presentaba el carrete Perfect, era que no tenía el un
borde expuesto, característica imposible de incorporar debido a la naturaleza
de su diseño. Si en algo fallaba el carrete, era en su mecanismo de
recuperación, mismo que era muy poco efectivo, comparándolo con el diseño de
Kelson.
En mi opinión, el
"Perfect" puede aclamar que ha sido el más exitoso de los carretes de
todos los tiempos; permaneció en producción por buena parte de un siglo y
durante ese tiempo docenas de variaciones y mejoras se hicieron al diseño
original.
El carrete Perfect,
marcó una ruptura decisiva con respecto a los modelos antiguos, de lento
embobinado y barril ancho. Además se convirtío en la vanguardia de la nueva
generación de carretes bien diseñados, de embobinado rápido y acción sencilla.
El uso de las líneas de pelo de caballo empezó a declinar
después de las décadas de 1860 y 1870, aunque este material continuó teniendo
partidarios hasta muchas décadas posteriores. La dificultad para confeccionar
líneas de gran longitud con este material, constituyó el factor decisivo para
acelerar su desaparición. Ya no hubo necesidad de que los pescadores usaran
líneas de treinta o cuarenta yardas ni de que se esforzaran grandemente en
sostener la línea cuando enganchaban a un salmón; el desarrollo de frenos,
carretes de acción sencilla con gran capacidad, la línea de apoyo o respaldo
(backing line) y la aceptación de las líneas ahusadas para mosca significaba
que podían lanzar mucho más lejos y permitir que los peces
"corrieran". Las líneas de seda trenzadas tenían grandes ventajas
sobre las líneas planas de pelo de caballo y ningún pescador que probaba las
líneas de seda, volvía a usar líneas de materiales tradicionales. La seda
permitía lanzamientos más largos, se podía arreglar y en general podía
controlada mucho más fácilmente, así que revolucionó la pesca con mosca. La
combinación de los nuevos materiales para fabricar cañas y las líneas de seda,
superó, por mucho, la distancia a la que podía anteriormente lanzase una línea.
Casi todos los diferentes tipos de lanzamientos que hoy conocemos, fueron
descubiertos hacia 1890 y un pescador de salmones promedio, podía completar un
lanzamiento de treinta yardas. Los expertos podían
lanzar mucho más lejos: entre cuarenta y sesenta yardas.
La década de 1890,
marcó el tope del diseño de moscas para salmón "totalmente vestidas".
Bajo la influencia de George Kelson, John Traherne y muchos otros más, algunas
de las más espectaculares creaciones en pelo y piel fueron atados durante este
período. La exuberancia de los patrones refejaban la confianza de los
Victorianos y su belleza, sobrepasó incluso a las moscas atadas por Blacker y
su generación. El número de patrones distintos en uso común fue
extraoridinario, con Kelson dándonos 300 diferentes patrones en su libro, y aún
más nos proporcionaros Hale y Hardy.
Un sofisticado
comercio de importación creció alrededor la necesidad de plumas exóticas, y a
pesar de algunas voces discrepantes, la mosca totalmente vestida dominó la pesca
del salmón hasta principios de la década de 1950.
En los círculos de
pesca de trucha, durante este período, se dió un desarrollo que sobrepasó a
todos los demás. Este descubrimiento fue la mosca seca. No solamente dió popularidad al método de pesca río
arriba con mosca seca, sino que tuvo un fuerte impacto en el diseño de las
cañas, favoreciendo los productos segmentados mucho más cortos, dividendo
también a los pescadores de truchas en dos campos, a expensas de mucho más
calor y luz. En la década de 1890, el desarrollo de la pesca de trucha con la
mosca ahogas de detuvo efectivamente, y fue la mosca seca la que llevó la
tecnología para el siguiente siglo.
http://www.pesca.org.mx/historia/victoria.html